@DIN - CULTURA: julio 2005

sábado, julio 30, 2005

Publican un libro de Carlos Barbarito en Francia

Éditions Poiêtês, la editorial que dirige Laurent Fels, quien además tiene a su cargo Les Cahiers de Poésie, acaba de anunciar la publicación en territorio francés de un libro bilingüe del poeta y ensayista Carlos Barbarito. El libro, titulado Les Minutes qui passent, contiene una selección de poemas y fue traducido por la belga Frie Flamend; cuenta además con un prólogo del también belga Stefan Beyst. Las fotografías estarán a cargo del alemán Norbert Guthier (en tapa) y de la argentina Claudia Bonder (en el interior). A modo de adelanto del libro se reproduce a continuación el prólogo de Stefan Beyst.


Fotografía de Marité Malaspina, Olivos, 2002.

Esta selección de poemas es una introducción excelente a la obra del poeta argentino Carlos Barbarito. En cada uno de sus textos, a menudo breves, concentrados, el poeta nos trasmite su experiencia de existir en este mundo: un penetrante sentimiento atravesado por la transitoriedad. Sentimiento angustioso, donde las imágenes de lo temporal cotidiano se repiten en una escala más amplia: un astro que se apaga o una piedra en la que la primigenia violencia de la expansión cósmica está solidificada. También en la dimensión espacial, la esfera que rodea a cada individuo parece expandirse y descomponerse en innumerables espacios paralelos, en que todo y todos unen una trayectoria desde el origen al fin en medio de una completa indiferencia. Como la materia está sometida a la gravedad, el viviente está sometido al deseo, con la diferencia de que, en los seres vivientes, el deseo de comer, que implica el sacrificio de otras cosas y seres, no es más que un aplazamiento de la muerte propia, mientras que el deseo de copular -la celebración de la carne que promete liberar de la temporalidad- acaba en el engendramiento de nuevas vidas condenadas a la muerte. El deseo como una culpa, de la que queremos limpiarnos como el diluvio limpia la tierra: la irrefrenable progresión del tiempo incita al deseo a invertir el movimiento en una regresión que engendra las figuras de un contramundo, de una naturaleza mítica: la infancia, la existencia en un mar primordial, la inmortalidad en el paraíso -figuras que no dejan de radiar desde el fondo de este mundo opuesto e invisible-.
Un mismo juego de fuerzas opuestas gobierna el notable lenguaje del poeta. No palabras inusuales o recursos artificiales, sino una reducción de la lengua a un idioma austero y riguroso. Desde el punto de visto del contenido, esta reducción parece lo contrario de la expansión del tiempo y del espacio que describimos antes, pero es, en verdad, una consecuencia directa de aquélla: desde tales perspectivas otras cosas, cargadas de nuevas significaciones, saltan a la vista, desde la perspectiva de la vida cotidiana que nos enmaraña en la densa red del lenguaje ordinario, desde la perspectiva de una poesía que se envuelve en un capullo de artificialidad. También al nivel de la frase y su estructura gramatical se desarrolla -no menos motivada por el contenido- la dicción poética. No por nada el poeta evita la afirmación y la coherencia aparente, y prefiere la enumeración de la incoherencia o la parataxis de lo accidental, el modo condicional, la pregunta, la negación.
No hay vano alarde en esta poesía, no hay indigesta compasión de si mismo, no hay un ciego mirarse al propio ombligo. Precisamente por eso nos afecta profundamente y nos hace sentir como nunca antes angustia y éxtasis- las de existir como individuos singulares en un único momento-. Una épica expandiéndose en dimensiones cósmicas y míticas, la lírica basada en la negación, pero siempre creíble, de Carlos Barbarito.

(A Marianne Moore)

Excluida la idea de la inmortalidad,
quedan el polvo,
la hierba,
el agua que forma charcos,
la rama desde la que canta el pájaro,
cierto misterio que la razón
supone sombra pasajera.
Queda, en fin, la vida,
el cuarto donde una mujer se sube las medias,
el otro cuarto, acaso contiguo,
donde dos se desnudan
y se abrazan, y al terminar
se dicen, uno al otro:
no moriremos.


(A Marianne Moore)

Exclue l’idée de l’immortalité,
subsistent: la poussière,
l’herbe,
l’eau qui forme des flaques,
la branche d’où chante l’oiseau,
certain mystère que la raison
suppose ombre passagère.
Reste, enfin, la vie,
une chambre où une femme enfile ses bas,
ou une autre chambre, peut-être à côté,
où deux se dénudent
et s’embrassent et quand c’est terminé
se disent, l’un à l’autre:
nous ne mourrons pas.


Nada crece excepto el pasto.
Nada salta a la vista salvo alguna piedra
y lo que la piedra contiene y resguarda.
Aquí, lejos de la playa,
lejos del sitio donde el agua
devuelve cada tanto
metales oxidados, enmohecidas maderas,
algún cadáver de delfín o tortuga.
No sopla el viento capaz de empujarnos
hacia lo entonces prometido.
Los minutos que pasan se hacen horas
pero jamás días y sí noches
que jamás consienten en ser años
y sí siglos en los que alguien muere
y otro, que lo ignora, bosteza.

Rien ne pousse, excepté l’herbe.
Rien ne frappe le regard, sinon l’une ou l’autre pierre
et ce que la pierre contient et protège.
Ici, loin de la plage,
loin du lieu où l’eau
ne cesse de refluer:
métaux rouillés, bois vermoulu,
le cadavre d’un dauphin ou tortue
Il ne souffle aucun vent capable de nous pousser
vers ce qui a été promis.
Les minutes qui passent, deviennent des heures,
non pas des jours, mais des nuits
qui ne deviendront jamais des années
mais des siècles, où quelqu’un meurt,
et un autre, qui l’ignore, baille.


miércoles, julio 20, 2005

Sombras abatidas


Gabriel Arcángel "Vizcacha" Galván (25), Alhumpa, departamento Moreno, mayo 2000.

Estremecedor relato fotográfico de Gustavo Luis Tarchini. La muestra está referida a la actividad forestal en Santiago del Estero. Trauma histórico de esta provincia, la depredación de sus bosques, en especial la del quebracho colorado (schinopsis quebracho colorado), dejó una llaga abierta sobre la superficie santiagueña y el alma de sus pobladores. Pese a la copiosa información difundida por historiadores, políticos bienintencionados y sindicalistas, se continúa con la destrucción -con fines de lucro-, hoy, de lo que resta del monte santiagueño. Así como se sigue con la explotación despiadada del hachero, quien debe trabajar en condiciones infrahumanas para poder llevar algo de harina, yerba, azúcar y poco más a su insalubre ranchito, donde subsiste con su familia.
El trabajo de Tarchini, que fue desarrollado desde mayo de 2000 hasta mayo de 2004, cuenta con 31 fotografías acompañadas de epígrafes, que brindan más información sobre este problema. Fue realizado en los departamentos Figueroa, Moreno, Alberdi y Copo, todos estos de su ciudad natal, Santiago del Estero -que lo vió nacer en 1965.
Se distribuye ahora editado en CD, en una impecable edición artística, que cuenta con la música del también extraordinario pianista santiagueño Marcelo Perea.
Tarchini se dedicó a la fotografía de prensa durante 15 años en el diario El Liberal, de su provincia, hasta que renunció a su cargo de editor fotográfico, en noviembre de 2001, para dirigir su propia escuela de fotografía.
Hoy trabaja en un nuevo proyecto, dedicado a los docentes rurales de su provincia.
"Dedico este trabajo a la esperanza, para que nuestro país se encamine en la imprescindible transformación cultural que necesita, para un cambio fructífero y permanente", dice Gustavo, en la información que acompaña este CD. Pedidos a: gtfotos@arnet.com.ar


Patricia (9) alumna de cuarto grado en la escuela de San José, departamento Figueroa. Hija del hachero Jorge Lizárraga. "Éste es el ejemplar de más diámetro que encontré, en mis cuatro años de trabajo", dice Gustavo L. Tarchini en su CD. "Había sido cortado por un hachero que arrendó este campo con el fin de hacer carbón. De los gajos de esta planta sacó, según me contó, doce metros cúbicos de leña. Dado que el diámetro del mismo es de 1,55 metros y la puerta del horno de carbón es de ochenta centímetros, más la imposibilidad de trasladarlo por su peso, hizo que el tronco ahí quedara, inalterable, desde 1992, año en que fue talado. Pude notar el malestar de otros hacheros que le reprochaban esta acción al responsable de cortarlo".
San José, departamento Figueroa , febrero de 2002.

viernes, julio 08, 2005

ALFREDO GOGNA

...en el Museo de Bellas Artes de Santiago del Estero - Argentina
1 al 31 de Julio de 2005
Viernes 15 de Julio: Mesa Redonda. El valor de la Pintura


Nace en Tandil, provincia de Buenos Aires, En 1930.
Estudia con Esther F. de Feldman y Marcos Tiglio.
Desde 1953 reside en Santiago del Estero, donde afirma su lenguaje plástico y desarrolla su tarea docente: funda y dirige la Escuela Diego Rivera (1957); ejerce la cátedra de Pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes Juan Yapari y en el profesorado Nacional de Bellas Artes (de 1959 a 1986), dicta conferencias sobre Arte en profesorados y escuelas superiores de la provincia, etc.
Desde 1957 participa en Salones Nacionales donde recibe importantes distinciones, entre ellas: Premio Subsecretaria de Cultura, Tucumán (1957); Premio al Conjunto, Salón San Pablo (1962); Selección Especial, Bienal Internacional IKA (1963); Mención Especial, Salón Nacional (1966); Primer Premio, Tucumán (1966); Primer premio NOA (1976) ; Premio Adquisición Santa Fe (1968); Primer Premio Sgo. Del Estero (1968); Premio Adquisición, Municipalidad de Bs. As. (1971-1972-1973); Premio Martín Fierro a las Artes plásticas (1984); Premio Shunco a la trayectoria Artística (1985) y consultor honorario vitalicio del Museo de Bellas Artes (1992) en la provincia de Sgo. del Estero.
Actuó como jurado en salones nacionales y del fondo nacional de las artes.
Realizo exposiciones individuales en distintos museos del país y en salas privadas como: galería Van Riel (1978-1982); galería Sondan (1985), Salas nacionales de exposición (1990) Museo de Arte Moderno (1994) Arte al Sur (1995), etc.
Desde 1986 instala un taller en Bs. As. Donde trabaja hasta el año 2003.

Poseen obras suyas los museos de: Sgo. del Estero, Tucumán, Jujuy, Santa Fe, Rosario, Bs. As. (M. Sivori, M. de Arte Moderno, M de Arte Contemporáneo) Cuba, Nicaragua, Varsovia, USA, Inglaterra.
Desde 1993 lleva su nombre uno de los talleres de pintura del Instituto Nacional de Bellas Artes y del profesorado nacional de bellas artes de Santiago del Estero.

Bibliografía:

GEOGRAFÍA PLÁSTICA ARGENTINA, de Romualdo Brughetti
ENCICLOPEDIA DEL ARTE MODERNO, de Ameba
PINTURA ARGENTINA CONTEMPORÁNEA (T. I y II), de Laura San Martín.
80 AÑOS DE PINTURA ARGENTINA, de Córdoba Iturburu
HISTORIA DE LA PINTURA ARGENTINA, de Romualdo Brughetti.

Muestra en línea

Novedades

REVISTA LEZAMA / NÚMERO 15


En la edición de JULIO:

Pino Solanas: “Tenemos el peor sistema de radio y televisión”
En esta entrevista Solanas critica la actual política de medios, habla del proyecto Telesur y de la necesidad de “convocar a un gran debate para pensar un nuevo modelo comunicacional”.
Militares: Qué se meten en la cabeza
Testimonios y datos reveladores sobre la educación militar: se siguen leyendo clásicos del Proceso, los bailes disminuyeron pero continúan, los viejos códigos culturales persisten.
González Tuñón inédito
En exclusiva, un fragmento de la autobiografía desconocida del poeta en la que relata sus años como periodista del diario Crítica.
La agonía de ETA, según su fundador
Uno de los míticos fundadores de ETA, Julen de Madariaga, explica cómo llegó la organización a su progresivo aislamiento y opina sobre el proceso de paz iniciado por Rodríguez Zapatero.
Block de Notas: Exilios, el alma en orsai.
Además:
Último encuentro con Saer / Crónicas de la Patagonia: En el desierto se muere solo / Debate sobre Ingreso ciudadano: Manténgase lejos del alcance de los niños / Internet: Bla, bla, bla, blog / Dos miradas sobre La Caída /Poesía: Luis O. Tedesco Derechos Humanos: La doble moral de la guerra de Bush
Escriben:
Horacio González / Tununa Mercado / Luis Bruschtein / Jorge Boccanera / Osvaldo Aguirre / Eduardo Blaustein / Mariana Chaves / Werner Pertot / Carlos Dámaso Martínez / Ricardo Ortiz / Diego Orfila / Alicia Bonet-Krueger / Ricardo Forster / Enrique C. Vázquez / Lautaro Ortiz / Sebastián Palma / Claudia Piñeiro

jueves, julio 07, 2005

Libres del Sur, "colectivo de cultura y acción popular"

El viernes 8, a las 19 hs, el centro cultural festeja su 3º aniversario

Las fotos que ilustran este artículo son de Paco y Gaby, Libres del Sur.

Libres del Sur

Si uno entra al centro cultural cualquier día en los más variados horarios, lo más probable es que encuentre, en el salón de la planta baja o en el segundo piso, a personas que mayoritariamente no son del Centro Cultural. Puede encontrarse con una reunión de vecinos desalojados recientemente de una toma de tierras en la zona, por ejemplo. O con el ensayo de una obra de teatro, o un taller de salud reproductiva organizado por los movimientos de desocupados de la zona sur. Los integrantes del “Colectivo de cultura y acción popular” (así se definen), participan y organizan algunas de las actividades, pero se manifiestan muy conformes de que en otras no tengan nada que ver: “la idea siempre fue que Libres fuera un lugar de encuentro, la casa de una cantidad de movimientos de la zona sur” explica Alejandra, integrante del grupo. Desde Berisso, Guillermo -que vino a una reunión para tratar la problemática campesina en el interior de la provincia de Buenos Aires- dice: “nosotros participamos de las actividades, a veces como público y a veces como expositores”, haciendo referencia a lo borroso de la frontera entre “los de Libres” y quienes se acercan y se apropian de Libres como si fuera “su propia casa”.

El centro cultural queda en la Avenida Hirigoyen (ex Pavón) a 12 cuadras de la Estación de Avellaneda. Fue inaugurado días después de la represión, ahí cerquita, que se cobró las vidas de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. “El día de nuestra inauguración llegaron a pasar por acá más de 500 personas, estuvieron los familiares y los compañeros de militancia de Darío y Maximiliano”, relata Roberto, y recuerda el contexto político de movilización de aquellos días: “veníamos del 19 y 20, del argentinazo, de haber volteado a un gobierno antipopular, y el asesinato de los pibes nos marcó fuertemente”. En el salón repleto de afiches, la imagen de los jóvenes piqueteros comparte lugar con un mural enorme con la cara del Che, pancartas reclamando la libertad de los presos políticos y consignas solidarias con las luchas obreras.

Libres del Sur


Manuel es editor de libros, y hace su trabajo en el mismo centro cultural. Explica los fundamentos del grupo que lleva adelante el proyecto: “Nos definimos como un colectivo por la forma organizativa que adoptamos. Hacemos eje en la cultura, porque la lucha cultural es esencial, la dominación no se entiende sin ese aspecto. Y apostamos a una construcción alternativa porque impulsamos hechos culturales opuestos al sistema”. Explica también que fueron dos los ejes que se propusieron, desde siempre, impulsar: “estar al servicio de los movimientos vecinales, políticos, los desocupados, y por otro lado impulsar nuestra actividad propia: muchas presentaciones de libros, charlas-debate, fiestas solidarias”.

Libres del Sur

“¿Por qué no poesía?”, preguntó Néstor hace más de un año, cuando se enteró de la existencia del lugar, a Manuel. “Vení, hacelo vos”, fue la respuesta sencilla y fraterna que se convirtió en invitación a organizar, el segundo y cuarto viernes de cada mes, “Encuentros de Poesía y canción”. Estela, por su parte, comenta la decisión de organizar la Biblioteca Popular. Paco, reportero gráfico, se ofreció a organizar talleres de fotografía, ayudado por Gaby. Pato, percusionista, participa con los compañeros del Frente Darío Santillán en “Contraviento” grupo musical que nació con el lema “un piquete a la ignorancia”.

“Disfrute y luche”, exhortaba una de las convocatorias a las jornadas solidarias. También ahí, en el disfrute y en la lucha, las fronteras borrosas hacen que el colectivo de cultura y acción popular Libres del Sur, sea una parte indisoluble de un pueblo que, desde los barrios, desde el trabajo, la música, la alegría y la palabra, se organiza en el sur del gran Buenos Aires para luchar por una sociedad justa e igualitaria.

Libres del Sur
Colectivo de Cultura y Acción Popular
Pavón 1635, Avellaneda
Te/fax 4218 2477
libresdelsur2002@yahoo.com.ar

Lo que sigue es la convocatoria a compartir los festejos por el tercer aniversario que están haciendo desde el Centro Cultural

Viernes 8 de julio - 19 horas
JORNADA CULTURAL
Proyección del video de Libres del Sur

Teatro con "Aullar" de y por los actores y militantes populares Humberto "Coco" Martinez y Jorgelina Alioto

Presentación del libro de poesía "De cuerpo Presente" de Néstor Ventaja, con participación del Grupo de Laburo Poético 8 de julio. Contrapunto con canciones de Eduardo Méndez, Thono Baez y Gabriel Sequeira y lectura colectiva del libro en la voces de Daniel Barroso, Héctor Urruspuru, Marcelo Silva, Pablo Resa, Esther Pagano, Ramón Fanelli, Maria Teresa Miranda, Claudio Dapice, etc.

Ronda de poetas y cantautores

Quenas, tambores, alrededor de 20 músicos en escena
y toda la música y el despliegue artístico
del grupo CONTRAVIENTO
TELEVISADO EN DIRECTO PARA EL BARRIO POR CANAL 5 DE AIRE POR ABAJO LA TV

Y el hombre, rostro
y desgarramiento, cartografía
del dolor, compartida
y ajena, historia de una época
que cada uno supo única
en el interior de una experiencia
cerrada.
Tiempo con tumbas o con ángeles,
con verdugos o amores, dispersión
y extrañas alambradas pentagramando el aullido.
Y excavación hacia raíces
aridecidas o disueltas,
nexo de salvación
que a veces es posible
reconstruir desde los ecos
de las ficciones de un mendigo que tenía tu cara,
pero que en verdad se perdieron en
madrugadas de ratas.
Raíces. Y es su ausencia
lo que los gestos certifican.

Ricardo Martin-Crosa

9

De mi costilla entrañable
mi pecho, mi garganta,
antiguos terrores
enquistados se desprenden,

ante la boca del abismo
una multitudinaria murga
de ollas y sartenes
danza rituales resurrección

digo y repito nombres viejos
inscriptos con sal en mis cuadernas
digo y repito aquellos nombres
guardados en el viento, nunca olvido

arrojados a una renovada
liturgia callejera
mis huesos escupen
dolor a exilio por la alcantarilla,
jinetes de una metáfora
en carne propia abrazan
las crines de la bestia,
montan en pelo
las nubes humanas

trepa
la luna por el bajo
deja una estela de almas
deja una brecha, un sendero:
el pasado
junto a lo nuevo atropella

¿Se puede sanar de tanta ausencia,
tanta sed, tales diluvios?

Partes de mí
asomadas a la noche
parecen indicar que aún estoy vivo
¿Estamos vivos
aunque anuncien
día a día los medios nuestra muerte?

Néstor Ventaja
de "De cuerpo presente"

Todos los viernes al parir las 17 horas nos convocamos y te convocamos a intentar la travesía por otros mundos posibles a través de la palabra.
Con-textos teóricos
Con-versos propios y ajenos
Activismos culturales diversos
Grupo de Laburo Poético 8 de julio en Libres del Sur

XXVIII

He almorzado solo ahora, y no he tenido
madre, ni súplica, ni sírvete, ni agua,
ni padre que, en el facundo ofertorio
de los choclos, pregunte para su tardanza
de imagen, por los broches mayores del sonido.
Cómo iba yo a almorzar. Cómo me iba a servir
de tales platos distantes esas cosas,
cuando habráse quebrado el propio hogar,
cuando no asoma ni madre a los labios.
Cómo iba yo a almorzar nonada.
A la mesa de un buen amigo he almorzado
con su padre recién llegado del mundo,
con sus canas tías que hablan
en tordillo retinte de porcelana,
bisbiseando por todos sus viudos alvéolos;
y con cubiertos francos de alegres tiroriros,
porque estánse en su casa. Así, ¡qué gracia!
Y me han dolido los cuchillos
de esta mesa en todo el paladar.
El yantar de estas mesas así, en que se prueba
amor ajeno en vez del propio amor,
torna tierra el brocado que no brinda la
MADRE,
hace golpe la dura deglución; el dulce,
hiel; aceite funéreo, el café.
Cuando ya se ha quebrado el propio hogar,
y el sírvete materno no sale de la
tumba,
la cocina a oscuras, la miseria de amor.

César Vallejo

Información enviada por: Prensa de Frente

sábado, julio 02, 2005

Telequinesia

cueRto

-Habrá que creer o reventar- le dijo el hombre que salía de la habitación cuando él entraba.
Él terminó de entrar. La mujer esperó que se sentara, cerró los ojos y, con voz cavernosa, llamó a la mesa provenzal que estaba en el primer piso. Moviendo ágilmente las patas, como un perfecto cuadrúpedo, la mesa bajó por la escalera.
-Esto es increíble- exclamó él. Y, antes de que pudiera explicarse mejor, reventó

Raúl A. Brasca

La noches de París



Leticia Plath

". . . porque amores que matan nunca mueren".
Joaquín Sabina.


Daría mi vida por vos. Por esos besos, por el sólo hecho de tenerte a mi lado y porque sí. Tu perfume, el recuerdo de las noches compartidas, el pañuelo negro y amarillo que me diste alguna vez, aquel con el que jugamos al gallito ciego, reconociéndonos sólo por el tacto.
Fue en París donde supe que podía morir por vos, que todo lo que jamás tuve era tuyo; la esperanza de encontrarte, parafraseando a un antiguo habitante de esta ciudad, de buscarnos sin saberlo, pero sabiendo que estábamos para encontrarnos. En París, donde nada ni nadie podía tocarnos, donde todo era tan azul y tan verde.
La noche en el Sena, nadando desnudos, temiendo que llegara la policía, pero no nos importaba.
Y este impulso impostergable de escritura, este desandar el camino ya vivido en tinta y papel, una necesidad imperiosa de escribirlo por no poder creer, aún, que todo sea real y tangible. Eras un imposible perfecto, pero el destino se apiadó de nosotros y nos dejó, al menos por un rato, jugar al libre albedrío.
Recuerdo París y tu sombra recortada en la pequeña habitación, donde nos vimos por error. Confundí mi pieza con la tuya, entré con el mayor de los desparpajos y allí estabas, leyendo un libro, creo que era Blake. Te diste vuelta y al instante dejé de pensar en todo, me fui del mundo conciente y racional. Sonreíste, una sonrisa amplia, de dientes completos, y preguntaste en perfecto castellano si necesitaba algo. Torpemente respondí que no y me fui corriendo, dando un portazo. Me seguiste, escaleras abajo. Yo lloraba, no sé por qué, o tal vez sí... Sentada en el cordón de la vereda, con las manos cubriendo mis ojos. Sin que me diera cuenta, te sentaste a mi lado y me leíste un poema. Como la música calma a las fieras, yo me calmé con tu voz, cantando esa poesía imperfecta. Levanté la vista y vi tus ojos oscuros, llenos de algo que quise descifrar.

Recorrimos París tomados de la mano, sentándonos en cada banco, en cada esquina. Hablamos de todo lo que uno puede hablar consigo mismo en un monólogo interno, a tal punto nos mimetizamos. La empatía fue instantánea. Y el amor, consecuencia ineludible. ¿Cómo no enamorarme de vos, si eras el dibujo personificado del amor que ideé en tantos sueños? Aún así eras tan terrenal, tan palpable, e increíblemente al alcance de estas manos ansiosas. Las ansias de todo lo que éramos y podíamos ser.
Fue esa la noche en que me diste el pañuelo, la noche en que nos deshicimos del velo de la vergüenza. Ataste el pañuelo de seda negra y amarilla alrededor de mis ojos, y los tuyos los cubrí con otro, de gasa suave y anaranjada. Nos dejamos guiar sólo por las manos, la piel, el tacto. Sonaba una música suave, casi imperceptible. No hablábamos, sólo nos dábamos el placer de las manos sobre las pieles antes cubiertas, ahora desnudas. Nos amamos larga, infinitamente, y luego dormimos sobre un colchón de espuma blanda. Al despertar comimos medialunas y bebimos café negro, pero sin poder quitar la mirada de los ojos del otro. Nada entre la miel y las espinas.
Y la certeza, aquella noche de París, de que estabas en esa habitación por una razón. La misma razón por la cual el destino podría tomar mi vida en este instante y me haría feliz, ya que habría muerto conociendo la felicidad. Porque supe entonces que ser feliz no es más que la hermosura de tu sonrisa.


Leticia Plath, estudiante de periodismo, es bonaerense, contemporánea.